La verdad es que todos, en mayor o menor medida, nos hemos hecho las víctimas en algún momento o situación.
Generalmente leemos este tipo de pensamientos desde una perspectiva desapegada de nosotros mismos, es decir identificamos a alguna persona que conocemos en esa actitud y muy pocas veces hacemos el ejercicio de distinguirlo en nosotros.
Los invito a que hagamos esta reflexión y reconozcamos cuando nuestro comportamiento es de víctima, quejándonos excesivamente o echándole la culpa a los demás por lo que nos pasa; observarnos desde la humildad nos dará mayor conocimiento de nosotros, nos ayudará a identificar nuestra responsabilidad y finalmente nos llevará a un crecimiento personal.
Hay que destacar que una persona que juega el papel de víctima no lo hace porque le gusta o quiere actuar así, los comportamientos o roles que desempeñamos en la vida son consecuencia de nuestras experiencias, aprendizajes, creencias, educación, cultura y muchísimos otros factores, por tanto, no es una “elección” sino la forma en la que hemos aprendido a comportarnos.
Por lo común, ni siquiera somos conscientes de esta actitud y por lo mismo, es importante empezar a “mirarnos” y preguntarnos ¿Por qué actúo de esta forma? ¿Qué gano con este comportamiento? Lo que será un gran paso hacia el aprendizaje de nuestro interior.
Comments