En general suele ponerse mucha atención al cociente intelectual, para predecir si las personas serán exitosas en la vida.
Sin embargo, desde hace décadas se ha descubierto que las capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida, van más allá del uso de la lógica y la racionalidad.
Ahora se conoce que las emociones y el manejo de las mismas, influyen definitivamente en nuestra vida y en los logros que alcancemos, aunque no nos demos cuenta.
Así que resulta relevante prestar más atención a las habilidades emocionales, ya que pueden determinar el rumbo de nuestra vida.
Hoy en día, muchas de las empresas ponen más énfasis en contratar empleados con alta inteligencia emocional, porque se han dado cuenta que es indispensable que sus trabajadores sean capaces de reconocer y controlar sus emociones.
Luego entonces, tener inteligencia emocional, resulta ser un elemento clave para establecer un buen ambiente laboral, de una mayor productividad, de un mejor manejo de conflictos, habilidades interpersonales, motivación y una óptima comunicación con el resto de los compañeros.
Y esto puede extrapolarse a cualquier otro ámbito, como puede ser la familia, relaciones de pareja, relaciones interpersonales, etcétera.
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